Una poderosa erupción solar provocó apagones de radio en todo el mundo

La NOAA confirmó que la explosión solar, de clase X2.7, afectó las comunicaciones en gran parte de la Tierra durante el miércoles. Se trata de un fenómeno poco común por su intensidad.

Actualidad16/05/2025Cambio GlobalCambio Global
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Una gran erupción solar, clasificada como un evento X2.7, impactó de manera significativa las comunicaciones en la Tierra el pasado miércoles. Según confirmó este jueves la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos (NOAA), la explosión solar se registró a las 04:25 (hora del este) y provocó apagones de radio de alta frecuencia en vastas regiones del planeta, especialmente en la zona iluminada por el Sol.

De acuerdo con el informe del Centro de Predicción del Clima Espacial de la NOAA, este tipo de erupciones solares, por su potencia, son relativamente raras. La clase X es la categoría más intensa dentro de la escala que mide estos fenómenos, y el número que la acompaña indica su fuerza específica: en este caso, un valor de 2.7 la convierte en una explosión potente con capacidad de afectar satélites, comunicaciones y sistemas eléctricos.

Las erupciones solares son estallidos repentinos de radiación generados por la liberación de energía magnética acumulada en la atmósfera solar. Cuando estos eventos se dirigen hacia la Tierra, pueden generar interferencias electromagnéticas que afectan no solo a las comunicaciones por radio, sino también a las redes de navegación aérea y marítima.

En esta ocasión, el fenómeno desencadenó una degradación temporal o incluso una pérdida total de señales de radio de alta frecuencia, lo que afectó principalmente a servicios de aviación, emergencias y comunicaciones militares. Aunque los efectos fueron temporales, se extendieron durante varias horas y pusieron en alerta a los sistemas de monitoreo espacial.

La NOAA continúa observando la actividad solar, ya que nuevas tormentas solares podrían impactar la Tierra en los próximos días. Los científicos recuerdan que, si bien estas explosiones no representan un peligro directo para la salud humana, sus consecuencias tecnológicas pueden ser significativas.