“Bomba de tiempo”: el basural argentino listado entre los 50 más contaminantes del mundo que amenaza a una ciudad turística

En Bariloche, vecinos, ambientalistas y la defensora del Pueblo reclaman que se cumpla la ley que ordena el cierre del vertedero municipal y se remedie el predio

Actualidad28/10/2025Cambio GlobalCambio Global
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SAN CARLOS DE BARILOCHE.– Esta ciudad tiene más de 136.000 habitantes y recibe un promedio de 1.000.000 de turistas anuales. Como otras ciudades con un desarrollo demográfico exponencial, Bariloche enfrenta un grave desorden ambiental y urbano que se hace bien evidente en el basurero municipal.

Se trata de un predio a cielo abierto en plena zona urbana, donde la basura se acumula sin ningún tipo de tratamiento. Tal como lo vienen advirtiendo desde hace años expertos y vecinos autoconvocados, el vertedero municipal de Bariloche es un sitio de disposición final de residuos sólidos urbanos sin las medidas de control ambiental adecuadas para prevenir la contaminación del ambiente y el daño a la salud de las personas que trabajan allí y que viven en sus alrededores.

“El vertedero representa una herida abierta que no deja de sangrar hace ya más de 40 años. Es una bomba de tiempo que va heredando cada nueva gestión hace décadas. Se trata de un sitio de disposición final de residuos urbanos con serias deficiencias en su operación y que genera importantes impactos en la salud, el ambiente y la esfera social. Ha sido clasificado en informes globales, como el de la International Solid Waste Association, entre los 50 vertederos más contaminantes del mundo y es el único de la Argentina en figurar en esa lista”, dice Iván Espeche Gil, vocero de la Fundación Impacta.

De los 50 vertederos más contaminantes, 13 están en América Latina y el Caribe -Perú (5), Brasil (1), Bolivia (1), Guatemala (1), Nicaragua (1), República Dominicana (1), Honduras (1) y Haití (1)-. En África, hay 18, en Asia hay 17 y en Europa, solo 2 -Alushta, en Ucrania, y Vinča, en Serbia-.

La organización sin fines de lucro que impulsa el desarrollo de ciudades sustentables eligió Bariloche para su primer gran proyecto. A través del Encuentro Ciudades Sostenibles, Fundación Impacta realizó una convocatoria y recibió 80 soluciones concretas y probadas para la gestión de residuos. Las propuestas serán presentadas en Patagonia sin Basura, un evento que se hará en esta ciudad el jueves y el viernes de esta semana. Seis iniciativas resultarán ganadoras y buscarán convertir a la región “en un faro de innovación y regeneración ambiental, social y económica”.

Lo cierto es que el basural municipal recibe aproximadamente 200 toneladas diarias de residuos, con más de 500.000 toneladas acumuladas en total: menos del 5% de los residuos generados son reciclados. “Eso también representa, paradójicamente, una enorme oportunidad de mejoría, de transformarse en ejemplo mundial de sostenibilidad, de coherencia con el entorno de belleza natural impactante en el que se encuentra”, agrega Espeche Gil.

El ingeniero ambiental Ignacio Sagardoy desempeñó cargos en el Estado relacionados con políticas ambientales y señala que la problemática del basurero de Bariloche lleva muchos años: “Pese a que alrededor de 2014 se cerró el vertedero que funcionó durante las décadas previas y se inauguró una celda para disponer los residuos de manera controlada, la operación del relleno sanitario rápidamente se transformó otra vez en un vertedero sin control. Esto ocurrió porque se dañó la membrana con un incendio. Además, no se logró poner en marcha la planta de tratamiento de lixiviados (líquidos altamente contaminantes que se generan por la descomposición de la basura) y no se incrementó la separación de residuos reciclables con la nueva planta de separación”.

Sagardoy añade que tampoco se compactaron y cubrieron los residuos con material de cobertura –suelo– de forma adecuada, ni se construyeron las vías de evacuación y venteos para los gases generados por la descomposición de los residuos. “Esto provocó que la vida útil de la celda se viera disminuida rápidamente, se la completó antes de lo estipulado, y no se construyó una nueva celda como estaba previsto en el plan de expansión del centro de separación y disposición final de los residuos sólidos urbanos municipales [de San Carlos de Bariloche y Dina Huapi]. Completada la celda, se comenzaron a disponer nuevamente residuos en forma descontrolada, utilizando en gran medida el volumen que quedó luego de la extracción de áridos por parte de la municipalidad local en el sector norte del predio”, indica el ingeniero ambiental, que es investigador en la Fundación Bariloche (Conicet).

Impacto difícil de cuantificar
En ese sentido, los expertos subrayan que el impacto que el vertedero tiene sobre el ambiente y las personas es difícil de cuantificar. La falta de una membrana de contención de lixiviados provoca la infiltración de distintos compuestos contaminantes y la afectación del suelo y napas de agua. Asimismo, los incendios ocurridos allí en los últimos años afectaron la salud de las personas.

Un relevamiento de médicos y vecinos reportó que el 91% de los encuestados considera que el vertedero afecta su salud. Los problemas más frecuentes son respiratorios (dificultad para respirar, aumento de enfermedades relacionadas con el humo de los incendios), dermatológicos y alérgicos (picazón en piel y ojos, congestión nasal), y psicológicos (sensación de impotencia y frustración).

“El vertedero está ubicado en un lugar que es divisorio de aguas. Es una fábrica 24/7 de lixiviados tóxicos que se filtran a las napas que están directamente conectadas con los lagos Gutiérrez y Nahuel Huapi. A la vez, hace poco se descubrió que las gaviotas cocineras comen ahí y luego llevan sus excrementos contaminados a otros lagos. Ni hablemos de las ratas y toda la fauna que se alimenta y convive con el vertedero”, indica Espeche Gil.

Además de la contaminación del suelo y el agua, las quemas sistemáticas y descontroladas de residuos que allí se realizan contaminan el aire. “En particular, nos preocupa mucho lo que pueda ocurrir el próximo verano, luego de un invierno muy seco. A los vecinos de los barrios más cercanos, como 645 Viviendas, Valle Azul, Pilar 1, 29 de Septiembre, entre otros, les preocupa mucho la posibilidad de un incendio incontrolable en la zona. Hace unas semanas, el vertedero estuvo prendido tres días y no lo podían apagar”, agrega el vocero de Impacta. El vertedero también representa una fuente de sustento para decenas de familias que recurren a la basura para sobrevivir y eso consolida una grave problemática social.

Otro de los factores clave es el limitado espacio físico: la deficiencia en la gestión y el volumen de residuos generan el agotamiento de la capacidad para la disposición final, lo que demanda una solución urgente de traslado o clausura definitiva. “La máxima prioridad es evitar que se produzcan incendios que puedan afectar a las personas. Para eso debe mantenerse una operación profesional, con buen nivel de compactación de los residuos que llegan al vertedero, con cubrimiento de material suficiente para evitar el ingreso de aire con la mezcla de residuos”, afirma Sagardoy.

Y suma: “En paralelo, también es urgente comenzar la gestión para el futuro sitio de disposición final que, dados los estudios previos, limitaciones geográficas y económicas, debería ser un relleno sanitario regional (ya que el sitio en Bariloche recibe también residuos de otra municipalidad, Dina Huapi), ubicado hacia el este de la ciudad”.

A lo largo de los últimos años, distintos gobernadores e intendentes hicieron anuncios vinculados con el vertedero de Bariloche, pero ninguno prosperó. La ley provincial 5491, de 2020, estipula que los basurales a cielo abierto en Río Negro deberían cerrarse en tres años. El municipio adhirió a esa norma en diciembre de 2022 tras un extenso y tenso debate en una sesión del Concejo Deliberante: la ordenanza 3349 dispuso “el cierre definitivo del Centro de Residuos Urbanos Municipales como sitio de disposición final de residuos sólidos urbanos con fecha límite el 4 de diciembre de 2023”. De todos modos, eso no se cumplió.

Los costos, bajo análisis
El actual intendente Walter Cortés señaló que “la basura es un problema” y se mostró a favor de sacar el vertedero del lugar que hoy ocupa para trasladarlo. De todos modos, hizo hincapié en los costos de esa decisión.

En tanto, desde la Fundación Impacta advierten que el gasto en la gestión inefectiva del residuo implica dos problemas: “Por un lado, los gastos de la gestión no resuelven el problema actual, lo que significa que estamos gastando recursos sin tener resultados inmediatos y, por otro lado, generamos un pasivo ambiental mucho más caro de remediar en un futuro cada vez más cercano. Asimismo, está el costo de oportunidad de no reutilizar, reciclar o reducir. Esto es literalmente un desperdicio tremendo de materia prima”.

Añaden que, en promedio, el 30% de la recaudación de cualquier municipio en la Argentina se destina a la recolección y procesamiento de la basura. “Es un tercio. Es un montón. Fortunas que se van en agrandar un problema en vez de utilizarse inteligentemente para resolverlo. Lo que se necesita es encontrar soluciones, que las hay; estudiarlas y generar consensos, acuerdos intersectoriales, entre la sociedad en su totalidad, el Estado y el sector privado para accionar mancomunadamente”, sostiene Espeche Gil.

Hace unas semanas, la defensora del Pueblo de Bariloche, Mariana Minuth, emitió una resolución de abocamiento para intervenir en la situación del vertedero. Se trata de una facultad para intervenir en casos que afectan a la comunidad y permite que la defensora asuma el seguimiento directo del tema, cuando se trata de situaciones que vulneren derechos fundamentales de los ciudadanos.

“Consideramos de absoluta necesidad que las autoridades competentes asuman con urgencia el abordaje integral de esta situación, generando instancias de diálogo, inspección y planificación que permitan revertir el daño ambiental y prevenir riesgos para la población”, expresó Minuth. En línea con los pedidos de los vecinos, la defensora reclama que se cumpla la ley que ordena el cierre del vertedero y la remediación del predio.

Si bien no es la única ciudad con esta problemática (en la Argentina hay más de 5000 basurales a cielo abierto), Bariloche podría convertirse en ejemplo de transformación y cambio de paradigma.